Conil coloca una barca en el Paseo Marítimo como símbolo de fraternidad y humanidad
En la mañana de hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, se ha realizado un acto para la colocación de una barca en el Paseo Marítimo de la localidad que pretende ser objeto de reflexión colectiva y, a su vez, un llamamiento a la conciencia de las personas que vivimos a este lado del Estrecho ante la penosa situación de las personas migrantes. La idea de una barca como símbolo de fraternidad y humanidad, frente al discurso del odio que se está instalando en nuestra sociedad por parte de muchos.
En el acto estaban presentes miembros de la corporación local, de la Asociación Pro Derechos Humanos, de la Asociación Cardijn y Ana Rocío Ureba, alumna del IES La Atalaya y ganadora del Primer Premio para la Convivencia por su redacción sobre la lucha contra la xenofobia.
En primer lugar, ha tomado la palabra Mª Carmen Mendoza, concejala de Servicios Sociales, haciendo hincapié sobre la simbología de colocar una barca, una de las que este verano han llegado a la costa de Conil, para sensibilizar a la ciudadanía con la migración y conseguir una sociedad más justa. Después, han tomado la palabra los representantes de los colectivos presentes en el acto reivindicando que “debemos luchar para que la protección que nos ofrece la Carta Internacional de los Derechos Humanos se haga realidad” y que con la colocación de la barca se ha establecido un espacio dedicado a la memoria que queda visible y patente. Además, se ha reclamado que los migrantes tengan vías legales de acceso a nuestro territorio y se ha agradecido la solidaridad y del municipio. Por último, desde Cardijn, también, se ha animado a los vecinos y vecinas a que conozcan a quienes vienen para romper las barreras que impone el discurso xenófobo.
Posteriormente, se ha descubierto la placa conmemorativa que expresa: “Que esta barca sea memoria de quienes perecieron a causa de la frontera mientras trataban de alcanzar una orilla colmada de sueños. Que no prescriba la responsabilidad de quienes pudiendo evitar el mortífero efecto de las políticas migratorias, no lo hicieron, perpetuando el dolor y el desastre en un mundo a la deriva. Que la dignidad de quienes se enfrentan a un mar de adversidad no desaparezca nunca de nuestro recuerdo, ni de nuestras luchas”.
Ana Rocío Ureba, también, leyó su redacción contra la xenofobia en la que compara cómo sería su vida si hubiese nacido en otro lugar del mundo y defiende que, aunque somos diferentes, todos tenemos los mismos derechos.
Finalmente, el concejal Paco Guerrero agradeció su asistencia a los presentes e invitó a todos y todas a que participasen en el círculo del silencio que esta noche se celebrará junto a la barca, espacio que simboliza tolerancia y solidaridad.