El Ayuntamiento de Conil visita la asociación conileña Aprende a Vivir y su centro de convivencia ‘La Malva’

La asociación conileña Aprende a Vivir es una organización sin ánimo de lucro que desarrolla su actividad en nuestro municipio desde 2006, contando hasta el momento con más de diez años de experiencia. En sus inicios la organización surgió como una plataforma creada por familiares y vecinos para prestar ayuda a colectivos en situación de exclusión social. Con el paso de los años la atención se ha ido derivando y especializando en mujeres que presentan problemas de drogodependencia, violencia de género y otros problemas de salud derivados.

Pese a contar con una plantilla reducida de la que la mayor parte de los miembros son voluntarios, Aprende a Vivir desarrolla un amplio programa para ayudar a sus usuarios a recuperar una vida normal. En este sentido destacan iniciativas como el Banco de Solidaridad, a través del cual las personas comparten su tiempo y experiencias, servicios de orientación y apoyo familiar, campañas de prevención de alcohol y drogas en institutos o el programa Aparcacar. A través de este último, Aprende a Vivir gestiona la zona de aparcamiento de las zonas aledañas a las playas, una labor llevada a cabo por voluntarios que aporta a la asociación el grueso de su limitada financiación.

Gracias de estos fondos Aprende a Vivir ha podido desarrollar programas de los que se han beneficiado más de 60 familias y más de 100 usuarios en este último año venidos desde diferentes puntos de Andalucía.

Dentro de las iniciativas planteadas hay una que destaca por encima de todas por su carácter innovador en todo el territorio nacional, y esta no es ni más ni menos que el centro de convivencia La Malva ubicado en la urbanización de Roche.

El centro de convivencia de La Malva, como su propio nombre indica, es un centro de convivencia para todas las personas afectadas que necesiten retirarse de un ambiente hostil y perjudicial para avanzar en su tratamiento de recuperación. A través este espacio los usuarios del centro pueden recuperar paulatinamente una vida normal a través del trabajo y hábitos cotidianos. Además de esto, en La Malva posee un amplio espacio exterior en el cual se realizan diversos talleres al aire libre y una zona de cultivo ecológico, la cual se pondrá en marcha durante las próximas semanas.

Así pues, cabe destacar que la convivencia en el centro se produce de manera compartida entre las propias usuarias y los profesionales del centro para garantizar el correcto seguimiento y la implicación del paciente.

Por otro lado, como ya se ha mencionado anteriormente, Aprende a Vivir presta servicios a los familiares y afectados como asesoría jurídica, ayuda psicológica o incluso subvenciones económicas a los casos más críticos, todo ello sin ningún coste y de manera gratuita.

En este sentido, durante la visita el alcalde de Conil, Juan Manuel Bermúdez, puso en valor el trabajo realizado desde la asociación durante años ya que “supone una nueva muestra de solidaridad del pueblo conileño”. Asimismo, el concejal de Servicios Sociales, Francisco J. Guerrero quiso destacar la labor del centro de convivencia La Malva ya que “se trata de una iniciativa que contribuirá a mejorar la efectividad de los tratamientos de recuperación” y elogió las instalaciones y el enclave del centro ya que “ayudará a que este proceso no se convierta en una tarea tan ardua y dificultosa”.

Por último, Juan Manuel Bermúdez no quiso dejar pasar la ocasión para llamar a la colaboración de todos los conileños y conileñas con esta asociación que desempeña “una tarea tan importante para mejorar nuestra sociedad”.